¿CÓMO PERDER PESO SIN RECUPERARLO?

Seguro que has escuchado hablar o tu mismo/a has vivido el temido efecto rebote tras hacer una dieta. Si te interesa saber más sobre por qué nuestro cuerpo tiende a recuperar el peso perdido y otras claves para aprender a llevar correctamente una pérdida de peso, este artículo es para ti. 

¿Qué es el efecto rebote?

Aunque a los humanos nos gustan las cosas rápidas y fáciles, en materia de perder peso las cosas no funcionan así. El efecto rebote es el aumento de peso que se suele experimentar tras realizar dietas de pérdida de peso de carácter restrictivo, de efectos rápidos y de corta duración. Además, en muchas ocasiones, la ganancia de peso puede incluso ser mayor que el peso que se presentaba anteriormente a la dieta.

¿Por qué el cuerpo tiende a recuperar el peso?

En realidad, no es que el cuerpo tienda a recuperar el peso se haga lo que se haga. En realidad, lo que ocurre es que la forma de perder peso a través de dietas “milagro”, muy restrictivas, con batidos o con dietas del tipo “de la piña” o de “la alcachofa” no es la forma correcta. 

Para empezar, no deberíamos buscar perder peso, sino perder sólamente grasa teniendo en cuenta la conservación del músculo, lo que se llama recomposición corporal. Asimismo, la pérdida de grasa no debería ser algo recomendado en todos los casos, pues determinadas personas con deseo de perder grasa, realmente no necesitan dicho objetivo para mejorar la salud. No obstante, casi todo el mundo desea bajar grasa…¿por qué? Pues la respuesta es fácil: la cultura de la dieta. La sociedad que nos rodea no deja de mandarnos mensajes sobre lo bueno que es adelgazar, y la mayoría de referentes y personajes públicos que vemos son personas delgadas, por no hablar de la gordofobia generalizada, aunque de ello podríamos hablar largo y tendido en otro artículo. 

Así, que volviendo a la pregunta inicial, el motivo por el cual el cuerpo recupera de nuevo el peso está en la forma incorrecta que hemos usado para perderlo. De manera más concreta, vamos a enumerar 5 motivos por los que ocurre el efecto rebote tras seguir dietas mal pautadas que prometían resultados brillantes y rápidos: 

-1. Has pasado demasiada hambre: Si durante la dieta has realizado un déficit energético y de nutrientes demasiado pronunciado, al terminarla, tu cuerpo y mente van a ir directamente a “reponer” todo aquello que durante ese cierto período de tiempo les ha faltado. Notarás que te apetecen alimentos muy densos en energía, con azúcares y grasas. Además, es posible que por la falta de comida suficiente, tu cuerpo se haya adaptado a “gastar” menos para vivir y ahora, tras esa dieta, tu metabolismo funcione más lento. Esto acelerará tu recuperación de peso. 

-2. Has perdido masa muscular: Las dietas “milagro” suelen estar mal planificadas y no se personalizan, a parte de que normalmente se venden con la promesa de perder peso sin hacer ejercicio o haciendo muy poco. Las consecuencias de esto, junto con la falta de ciertas cantidades mínimas de nutrientes para asegurar una salud óptima, resulta en pérdida de tejido muscular. Cuando el organismo pierde músculo, esto se traduce en peor pronóstico de salud, reducción de bienestar general y agilidad y ralentización del metabolismo. Esto es así porqué el tejido muscular es el que más “gasta” por el simple hecho de estar ocupando espacio en tu cuerpo. Al perderlo, la energía basal de tu organismo baja y se ralentiza el metabolismo, usando menos energía para vivir y con ello, facilitando la posterior ganancia de peso y pérdida general de salud. 

3. Has tenido alimentos que te gustan prohibidos por la dieta: Cuando te prohibes el consumo de ciertos alimentos tal y como la mayoría de estas dietas hacen, los deseamos más. Por ello, al terminar la dieta, es normal buscarlos y comerlos mucho más que antes. Normalmente los alimentos prohibidos son alimentos que producen mucho placer al comerlos y suelen ser altos en azúcar, grasas, harinas y sal. Esto, junto con el resto de motivos que te contamos, se traduce en la típica ganancia de peso del “efecto rebote”.

4. Sientes que tienes hambre todo el tiempo: Las dietas milagro restrictivas suelen tener horarios para comer o dejar de hacerlo, independientemente de tus sensaciones corporales. Además, muchas personas que inician este tipo de dietas no es la primera vez que las hacen. Estas normas impuestas sobre los horarios de alimentación provocan que no respetes tus sensaciones corporales de hambre-saciedad y, por lo tanto, el cuerpo acabe alterándolas: ya no sabes cuando tienes hambre y cuando no. Normalmente, por el hecho de haber tenido un déficit de energía y nutrientes tan pronunciado, el cuerpo acaba mandando todo el rato la señal de hambre y con ello provocando la sensación de nunca estar lleno/a. 

¿Cómo perder peso sin recuperarlo?

Para empezar, evita hacer dietas de este tipo por tu cuenta. Acude siempre a un Dietista-Nutricionista graduado para que te evalúe y te guíe en el proceso de pérdida de grasa.

Para no recuperar el peso tras la dieta, lo primero que tienes que hacer es no hacer dieta, si no un cambio de alimentación paulatino, personalizado y guiado de la mando de dicho profesional. En FemSalut, podemos ayudarte con tu cambio de alimentación personalizado. 

Tras hacer dietas milagro, de corta duración y de rápidos resultados (que de poco sirven), la verdad es que no vas a aprender nada sobre cómo alimentarte y al terminar, volverás a tus hábitos anteriores. Por eso, iniciar este proceso con un/una Nutricionista te ayudará a aprender sobre alimentación y serán esos aprendizajes y ese cambio de hábitos personalizado y a tu ritmo, lo que creará adherencia y evitará que vuelvas a tu situación inicial. De este modo, podrás aprender cómo alimentarte bien el resto de tu vida, sin idas y venidas de peso peligrosas para tu salud. 

Lo ideal es que no te pongas presión por perder x kg en x tiempo, pues eso entorpecerá el proceso y además, perder muchos kg en poco tiempo es casi garantía de recuperarlos luego. Del mismo modo, es importante que revises tu relación con la actividad física o deporte e inicies alguna actividad que te guste para apoyar este proceso, pero, sobre todo, para incluir este nuevo hábito el resto de tu vida. Las ventajas de hacer deporte van mucho más allá de facilitar la pérdida de grasa, te aseguramos que mover el cuerpo mejorará tu salud física y mental en gran medida, ¡anímate!.

Y para terminar, pero no por ello menos importante, mantén una alimentación flexible, sin alimentos prohibidos y sin normas demasiado estrictas y sin sentido. Está claro que es importante ser responsable y consciente de las elecciones alimentarias, pero incluso un plan nutricional saludable ha de incluir alimentos “menos saludables”, o mejor dicho, menos nutritivos. Un plan nutricional enfocado a la pérdida de grasa puede contener sin problema alimentos que normalmente estas dietas prohíben y que tanto nos gustan, pues el placer y la felicidad de comerlos también forman parte de un estilo de vida saludable.  

REFERENCIAS

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Rossi AP, Rubele S, Calugi S, et al.: Weight cycling as a risk factor for low muscle mass and strength in a population of males and females with obesity. Obesity. 2019, 27:1068-1075. 10.1002/oby.22493Bosomworth NJ: The downside of weight loss: realistic intervention in body-weight trajectory. Can Fam Physician. 2012, 58:517-523.

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